2015/11/22

LA FUERZA DEL PUEBLO TRABAJADOR:

Oscar Flores
Luchamos para abrir espacios que construyan y definan políticas públicas que generen condiciones como oportunidades al pueblo, conjuntamente con los Obreros, Trabajadores y Campesinos del Estado-Nación Venezolano.
Públicamente, expresamos opiniones sobre temas colectivos, ejemplo: La Designación de Ministros, Manejo de las Divisas para el Desarrollo Industrial y los Problemas Laborales de los Trabajadores y las Trabajadoras frente al Estado.
La Investigación y Desarrollo Tecnológicos en Parque Industriales para la Producción de Bienes, Servicios e innovación, como finalmente, la Transformación de la Instituciones del Gobierno conjugadas al momento histórico Siglo XXI.
Para nosotros el socialismo son transformaciones que implican en el modelo de producción, no es el mantenimiento del gobierno o del discurso macoyerico. Los medios de producción deben ser dirigido por el pueblo y allí el Estado debe cumplir un papel fundamental. El problema es que hoy el gobierno está al servicio del pueblo, pero el Estado sigue siendo Estado burgués y el modo de producción y propiedad que le da razón a su existencia es el modo de propiedad privado el cual prevalece en Venezuela y no la propiedad social.
El socialismo como fase primaria de la Construcción del Modo de producción Comunista, permite eliminar, definitivamente, la explotación del hombre por el hombre. Y, para alcanzar el socialismo hace falta el Instrumento Político Revolucionario para la construcción de nueva condiciones que permita modificar la correlación de fuerzas donde los Obreros, trabajadores y trabajadoras, en alianza con el campesinado, la intelectualidad revolucionaria y la juventud, ejerzan la dirección y la vanguardia Colectiva del proceso, y no los sectores de la pequeña burguesía que hoy se han enriquecido y viven a expensas del capitalismo, aunque hablen de Socialismo.

Y para lograr que el pueblo alcance estos propósitos es mediante la aprobación de una Ley de Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores para ejercer niveles de control social en los Procesos Políticos, Económicos, Sociales, Culturales, Institucionales e Industriales. Por último, es importante destruir los procesos de esclavizaión que es el problema de la tercerización, porque, para el Partido Comunista de Venezuela, se han creado con toda intesión conductas permisiva de las instituciones del Estado con relación a esta situación que patea a la Ley Orgánica del Trabajo.

2015/06/30

Salvador de la Plaza, un pensador revolucionario venezolano en el olvido

CEPRID
Salvador de la Plaza

Nació Salvador de la Plaza en Caracas el día 1 de enero de 1896. Transcurrió su juventud en esta ciudad, en plena dictadura del general Juan Vicente Gómez. A los siete años muere su padre, un conocido médico caraqueño. Cursa sus primeros estudios en el Colegio Católico Alemán y en 1913 se matricula en la Escuela de Medicina, siendo Delegado ante el Consejo de la Asociación General de Estudiantes de Venezuela. Al poco tiempo, el dictador ordena el cierre de la Universidad. Salvador de la Plaza se ve obligado a abandonar la carrera de edicina y comienza a estudiar Derecho, presentando los exámenes de las asignaturas en el Ministerio de Instrucción Pública. Fundador de la organización "Liceo de Ciencias Políticas", tras la reapertura de la Universidad en 1918 pasa a formar parte del Consejo Central de Estudiantes, donde se agrupan muchos jóvenes que actúan clandestinamente contra la dictadura. En 1919 Salvador de la Plaza forma parte de una conspiración cívico-militar que fracasa en su intento de derrocar el gobierno. Después de dos años en la cárcel, el 11 de abril de 1921 es expulsado del país y viaja a Francia donde se reúne con otros exiliados.
En París adquiere una formación política marxista y termina sus estudios de Derecho en 1923. En Venezuela ha comenzado la explotación petrolera y el dictador se convierte en aliado incondicional de las compañías extranjeras. Salvador de la Plaza regresa a América, consciente de que la lucha contra el régimen es ahora también parte de la resistencia antiimperialista. En 1925 vive en La Habana, donde conoce a Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba, y crea allí la revista Venezuela Libre. En 1926 se instala en México, donde organiza junto a otros exiliados el Partido Revolucionario Venezolano (PRV), a la vez que edita el periódico Libertad. Realiza al mismo tiempo una intensa labor política dentro del movimiento internacional antiimperialista. Apoya en tal sentido la lucha del general Sandino para expulsar a los marines estadounidenses de Nicaragua, trabajando en el Comité Manos Fuera de Niracagua (MAFUENIC) encargado de ampliar las redes de solidaridad. Conoce al pintor Diego Rivera, con quien colabora en la Liga Antiimperialista de las Américas editando el periódico El Libertador. Justamente en la edición de abril de 1926 publicó Salvador de la Plaza su primer artículo conocido hasta ahora, titulado "El pacto de Gómez con Wall Street", denunciando la intervención del capital petrolero en la soberanía de Venezuela. En noviembre de 1927 viaja como periodista a Moscú a las celebraciones del X Aniversario de la Revolución Bolchevique, con pasaporte panameño a nombre de Salustiano Salustianovich Paredes.
Durante los años 1930 y 1933 reside en la ciudad de Barranquilla, en el Caribe colombiano, participando en la organización de actividades contra la dictadura. Junto a Gustavo Machado, interviene también en la fundación del Partido Comunista de Venezuela (PCV).
En 1936, tras la muerte del dictador, a los 40 años regresa al país y se incorpora al movimiento nacional a favor de la construcción de una sociedad democrática. Asiste al Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela y apoya la primera huelga petrolera en la historia del país, que terminó con la expulsión de sus dirigentes al exilio. Participa en la fundación del Partido Republicano Progresista (PRP) y el gobierno del general López Contreras le envía otra vez a la cárcel. En 1937 sale de nuevo al exilio.
Regresa a México y presencia los cambios sociales que impulsa el Presidente Lázaro Cárdenas, fundamentalmente la Reforma Agraria y la nacionalización petrolera que ejercen en su pensamiento una influencia decisiva. Volverá a Venezuela en 1942, al iniciarse la apertura democrática del Presidente Medina Angarita. En 1946 se distancia del Partido Comunista; organiza en 1947 el Partido Revolucionario del Proletariado (comunista) (PRP-C) y edita su periódico. Defiende la política petrolera nacionalista del gobierno, expresada en la Ley de Hidrocarburos de 1943, el aumento de impuestos a las petroleras y el no otorgamiento de nuevas concesiones. En octubre de 1945, el Presidente Medina es derrocado por un golpe de Estado apoyado por las petroleras. Tras un breve período de transición que incluyó el gobierno de Rómulo Gallegos, en 1948 se instala la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y en 1954 Salvador de la Plaza regresa al exilio. De nuevo en Francia, se dedica a estudiar Economía y problemas del desarrollo. Derrocada la dictadura en 1958, regresa a Venezuela e inicia a sus 62 años una intensa labor como profesor universitario, escritor y conferencista. Dedica casi exclusivamente su trabajo a denunciar las consecuencias políticas, económicas y sociales de la presencia en el país de las compañías petroleras. Por su vida austera y solitaria y su carácter reservado, los amigos le apodaban el "monje rojo". Murió a los 74 años el 29 de junio de 1970 de un infarto al corazón, mientras trabajaba en su despacho de la Universidad Central de Venezuela.

Petróleo y soberanía nacional

Desde 1917 las compañías petroleras angloamericanas intervinieron de una forma u otra en los asuntos nacionales, favoreciendo sus propios intereses. Salvador de la Plaza dedicó gran parte de su trabajo a demostrar el saqueo del petróleo venezolano y los desequilibrios provocados en el desarrollo histórico del país. Comprendió pronto que la posición internacional adquirida por Venezuela debido a la importancia de su producción petrolera sería el factor fundamental en orientar los asuntos económicos y políticos de la nación. Su obra, dispersa en decenas de artículos, ensayos y conferencias, se encuentra recopilada en dos tomos publicados a finales del siglo pasado por la Universidad de Los Andes en Mérida, cuya edición tuve la responsabilidad de preparar bajo el título Petróleo y Soberanía Nacional.
De su análisis destaca el énfasis por revelar los vínculos entre el significado económico del petróleo y el resto de la sociedad. En particular, revelar la invisibilidad y las consecuencias de las redes que se tejían entre lo petrolero y lo político. En 1945, cuando el partido Acción Democrática de Rómulo Betancourt pactó con las petroleras el derrocamiento del Presidente Medina Angarita en represalia por las reformas y la Ley de Hidrocarburos de 1943, Salvador de la Plaza daba cuenta en diversos escritos del significado negativo que el petróleo había adquirido en el transcurrir de la historia contemporánea de Venezuela. Pensaba, por tanto, en la urgente necesidad de corregir esos efectos.
Hay, de hecho, dos argumentos principales que subyacen a lo largo de su obra. En primer término, consideraba que la riqueza petrolera debía traducirse fundamentalmente en bienestar social para el país, viendo en las compañías extranjeras el obstáculo central para alcanzar ese objetivo. En segundo lugar, pensaba que la clase dirigente estaba en la obligación de tener siempre presente el hecho de que se trataba de la explotación de un recurso no renovable, extinguible. En consecuencia, consideraba primordial no sólo limitar su explotación, sino maximizar la inversión de los ingresos que percibía el Estado para construir una sociedad cada vez menos dependiente de esa renta. Construir, pues, una sociedad sin la presencia de las empresas extranjeras, donde el Estado tomara las riendas de la industria de los hidrocarburos. Pensaba que era ésta precisamente la vía para que el país dejara de ser en el futuro una nación petrolera. "Tenemos que dejar de ser un país petrolero, pero no en palabras y en declaraciones, sino en hechos", escribió en 1960. Sus argumentos, sin embargo, jamás tuvieron receptividad entre los sectores que dirigieron el país antes y después de la nacionalización petrolera en 1976. Cuando el Estado tomó al final el control de la industria, la ausencia de un proyecto nacional autónomo a largo plazo derivó en la irresponsabilidad del despilfarro y la corrupción generalizada. Aún más, paralelamente al aumento de los precios del crudo en los mercados internacionales, la pobreza se extendió inusitadamente entre la mayoría de la población. Defendió Salvador de la Plaza igualmente las políticas de la OPEP desde su fundación en 1960. La consideraba un instrumento de soberanía de los países propietarios del tercer mundo. Un instrumento para arrebatar el control de las compañías sobre la oferta y los precios del crudo a nivel mundial. Una conquista en el plano del orden económico internacional que podría permitir a los países miembros la posibilidad real de garantizar el bienestar de sus ciudadanos.
Fue partidario asimismo de utilizar la riqueza petrolera como mecanismo de solidaridad entre los pueblos. En 1960, por ejemplo, defendió a través de su columna semanal en el diario El Nacional de Caracas el proyecto de enviar petróleo a Cuba. "La forma de pago se encuentra con solo quererla encontrar", escribió en uno de sus artículos. El énfasis de Salvador de la Plaza, por otra parte, en conservar un recurso agotable, radicaba sin duda en su constante preocupación por las generaciones futuras. Así, en la última década de su vida desarrolló algunos planteamientos que hoy día pueden considerarse ecológicamente notables. Un claro ejemplo fue su aguda crítica a los sistemas de contabilidad nacional, insistiendo permanentemente para que fuera incluida una partida que considerara como pérdida para la nación el agotamiento de los yacimientos petrolíferos. Es decir, contabilizar los límites del crecimiento económico generado por la producción petrolera. Un planteamiento que políticos y economistas aún se niegan a aceptar.

Petróleo y revolución

La obra de Salvador de la Plaza pareciera estar ausente en la elaboración de la base ideológica e histórica de la Revolución Bolivariana. Su pensamiento, no obstante, impregna indudablemente la política nacionalista del gobierno y el espíritu de soberanía de la Constitución de 1999. Se refleja también en el esfuerzo que ha hecho Venezuela para contribuir a la recuperación de la OPEP como cartel de países propietarios. De la misma manera, está presente en la solidaridad manifiesta con Cuba, los países latinoamericanos y las poblaciones de Estados Unidos afectadas por los huracanes que reciben petróleo venezolano en condiciones especiales.
En agosto de 2005, el Presidente Hugo Chávez anunció los nuevos planes de inversión y desarrollo en la industria petrolera. El ambicioso programa prevé, además de la consolidación de las empresas regionales Petrocaribe, Petrosur y Petroandina, la inversión de capital extranjero y nacional en la explotación de 500 mil km2 de la plataforma marina y de 570 mil km2 en tierra firme. Contempla asimismo la construcción de una gran refinería en Cabruta, el uso intensivo del río Orinoco para el transporte petrolero, un complejo gasífero en el Golfo de Paria, un gasoducto hasta Colombia para conectar con el Pacífico, Centroamérica y los Estados Unidos y otro de unos 12 mil km que atravesaría la región de la Gran Sabana para adentrarse en territorio brasileño.
Venezuela respondería de esa forma a las exigencias del mercado petrolero internacional. La OPEP ha estimado que la demanda crecerá hasta 17 millones de b/d entre los años 2010 y 2020. Según la organización ecologista Oilwatch, sólo Estados Unidos aumentará su consumo en 36% hasta el año 2025, importando el 65% del total. Si no hay cambios en esta previsión, se estima que las reservas mundiales podrían agotarse aproximadamente en el 2040. En este marco, el objetivo es alcanzar en 2012 una producción petrolera nacional de 6 millones de b/d, el doble de la actual. Los retos que supone este proyecto, sin embargo, son enormes.
El petróleo ha significado históricamente para el país desequilibrios de todo orden. El mayor riesgo es que la gran escala del nuevo plan petrolero pueda crear otros en términos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales. La explotación petrolera, sin duda, ha causado importantes daños ecológicos en regiones como la cuenca del Lago de Maracaibo. Ha sido fuente permanente de corrupción y contribuyó a crear una economía altamente dependiente del exterior, en detrimento de las economías y los recursos locales. Conformó, por así decirlo, una ciudadanía rentista que redujo el ejercicio de sus derechos a su participación en los beneficios petroleros distribuidos arbitrariamente por el Estado. Cuando éstos se desviaron hacia el pago de la deuda externa, la población quedó indefensa, a merced de las políticas neoliberales que asumieron los gobiernos sin renunciar nunca a la corrupción.
El nuevo proyecto, pues, deberá enfrentar muchos de los viejos fantasmas del petróleo que, aunque debilitados algunos, se resisten con fuerza a abandonar el escenario nacional. Deberá impedir sobre todo su fortalecimiento y la aparición de otros, respetando y ajustándose al plan a largo plazo contenido en la Constitución, no sólo en términos de soberanía. También en relación a la construcción de una nueva cultura ciudadana que amplíe el ejercicio de sus derechos y asuma impostergables deberes colectivos, destruyendo sobre todo el tradicional y nocivo vínculo petróleo/corrupción. Deberá garantizar, además, la protección del territorio en términos ecológicos y el respeto a la diversidad. Vastas regiones ambientalmente frágiles donde habitan pueblos indígenas, por ejemplo, podrían verse seriamente afectadas, incluyendo el Parque Nacional Canaima, la Reserva Forestal de Imataca, la Gran Sabana , el curso del río Orinoco y la Cuenca del río Caroní. La visión del proyecto, en suma, es impensable que pueda reducirse a sus aspectos económicos.
Venezuela tiene hoy día la gran oportunidad histórica en la que pensaba Salvador de la Plaza para crear instrumentos, políticas e instituciones capaces de construir la transición hacia una sociedad real postpetrolera. Un serio y elevado debate nacional, comprometido con las generaciones futuras, debe incluir respuestas alternativas a los problemas nacionales, pero también al orden económico mundial que amenaza con expulsar a la especie humana del planeta. Es éste, sin duda, el enorme reto de la Revolución Bolivariana.
* Mailer Mattié es Economista venezolana.

2015/03/14

ANTE LA AGRESIÓN IMPERIAL DE USA

La nariz que el mundo rechaza, es la misma nariz que está metida en todos los planes de desestabilización, violencia y guerra que anda regando por el mundo. Nariz especializada en oler gasolinas, fuel oil, petróleo y similares, para en seguida lanzarse con todo a apoderarse no sólo del olor sino de cualquier componente que lo emita.... y del País donde se encuentre. En Venezuela los Municipios del Centro del Estado Miranda son las víctimas continuas de la violencia imperialista con su penetraciòn paramilitar y las acciones de violencia permanente que aquì ordena. Ahora viene con UNA AMENAZA DE INVASIÒN y con Sanciones contra Venezuela Bolivariana
ANTE ESTA AGRESIÓN IMPERIAL: LA UNIDAD ES IMPOSTERGABLE Y EL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA LLAMA, DESDE SU ORGANOZACIÒN DE CHACAO, A SOLIDARIZARNOS Y ORGANIZARNOS PARA ENFRENTAR ESTA NUEVA ETAPA DE NUESTRO PROCESO DE LIBERACIÓN NACIONAL


“A lo largo del siglo XIX, y sobre todo a finales, Europa inicia un proceso de expansión territorial que le lleva a ocupar gran parte de Asia y casi toda África. Las causas son evidentes, la segunda revolución industrial ha triunfado en las principales potencias y se necesitan materias primas baratas, mano de obra casi esclava y lugares donde colocar los excedentes de productos y capitales. Como podemos deducir es la burguesía la principal beneficiada. Sin embargo estos argumentos casi no aparecen ante la opinión pública, en su lugar una exaltación patriótica (nacionalismo) que toca la fibra sensible de la gente hace que todos los ciudadanos cierren filas en esos proyectos nacionales. La consecuencia más evidente de todo esto es la rivalidad entre los países europeos, y estas tensiones llevarán, en parte a la I Guerra Mundial. Por otro lado, el dominio europeo hace que la cultura occidental se asiente en gran parte del mundo contribuyendo a lo que hoy llamamos globalización al aniquilar gran cantidad de culturas y formas tradicionales. Que el fenómeno no se circunscribe a Europa se demuestra con la sutil dominación económica sobre algunos territorios por parte de Japón y EE.UU. que también han realizado su revolución industrial.”
El imperialismo y la expansión colonial.
Chacao, constituido en la punta de lanza para el ataque e instalación del fascismo en Venezuela, que abarca los municipio aledaños (Baruta, Hatillo y Sucre) el cual está ligado al plan imperial de la conspiración permanente contra Venezuela, entarima la agresión militar contra países que ellos consideran amenaza a sus intereses (Corporaciones petroleras), sea por mano propia o mediante sus lacayos, de las teocracias petroleras regionales de américa del Sur e incluso de las bandas de neonazis (Conformadas por paramilitares entrenados y financiados por Uribe Vélez-USA) queriendo arrebatar el poder a sangre y fuego al gobierno bolivariano elegido libremente por la mayoría del pueblo venezolano, que contrasta con muchos “bondadosos ciudadanos de Chacao” que entregaban comida y agua a Guarimberos (Paracos) para elevar la sed de poder que le otorgan, con gesto cariñoso, a Washington para obtener de su vocería: “ellos se encontraban al lado de la libertad, de los derechos humanos y la democracia”.
Los sucesos violentos apoyados por sectores de la Ultra Derecha oposicionista venezolana y conectadas a la red terrorista (Corporaciones petroleras) pretenden, mediante medios, tergiversar la situación nacional haciendo ver que fascistas como Leopoldo López y Antonio Ledezma son “pacifistas” y supuestamente son objeto de “represión” y de “violación a sus derechos humanos” por parte del gobierno venezolano. Fracasada esa violencia por ellos dirigida como por María Corina Machado, sin sentido, han aplicado un plan para intentar vulnerar el orden constitucional y derrocar al gobierno bolivariano. Esto se observó en declaraciones hechas por el Secretario de Estado, John Kerry (21/05/2014), el cual falsifica situaciones puntuales de violencia ocurridas en Venezuela, tildándolas de manifestaciones pacíficas, insistiendo en el fraude comunicacional que en nuestro país se violan los derechos políticos; atreviéndose a exigir la liberación de las personas que promovieron y promueven actos criminales y vandálicos, justificando que los hechos, por ellos manipulados mediáticamente, supuestamente que “intentaban ejercer su derecho democrático de expresar disentimiento”.
Barack Obama, figura ornamental de la “White House” no pudo impedir que un violento y energúmeno como Benjamin Netanyhau dirija a las cámaras de terror mundial (Congreso de USA), el saboteo al programa nuclear de Irán en las conversaciones que los relacionaba, aceptó la orden categórica del complejo Militar Industrial y del sistema financiero global para crear las condiciones que les permita desarrollar de manera sistemática la agresión a la República Bolivariana de Venezuela hasta la intervención militar. Esta orden presidencial difundida por la oficina de prensa de la “White House” constituye un desarrollo continuado de su política de agresión contra Venezuela y a nuestra América del Sur, considerado un TERRITORIO DE PAZ. Extraordinariamente, amenazan a la seguridad de las naciones, a sus políticas exteriores y la defensa nacional del estado nación de Bolívar y Chávez; razón por la cual USA se declara en emergencia nacional para tratar tal “amenaza”.
Un “estado que ha fallado en dar garantía de vida a su propio pueblo” son los Estados Unidos de Norte américa. Metódicos en violación de la legalidad internacional como el respeto a la vida, expresan constantes amenazas a la vida que les sirven de pretexto a sus ambiciones para justificar una inmediata respuesta bélica a los países del mundo, mostrada en la siguiente lista (recortada):
1.     Panamá, 1989. Intervención unilateral de EE.UU.
2.     Irak, 1991. Intervención de la OTAN con la sanción de la ONU.
3.     Somalia, 1993. Intervención de EE.UU. y una serie de países con la sanción de la ONU.
4.     Yugoslavia, 1995. Operación de la OTAN sin la sanción de la ONU.
5.     Afganistán y Sudán, 1998. Ataque militar unilateral de EE.UU.
6.     Afganistán, 2001. Hasta hoy, Intervención de la OTAN y sin la sanción de la ONU.
7.     Irak, 2003. Intervención de EE.UU. y algunos aliados sin autorización de la ONU.
8.     Pakistán, Yemen, Somalia, 2002. Hasta hoy, Ataques con aviones no tripulados sin autorización de la ONU.
9.     Libia, 2011. Intervención de la OTAN con la sanción de la ONU.
Lo que no muestran, los Delincuentes Terroristas Globales, es la unilateralidad de los ataques terroristas de USA donde el petróleo que poseen estos países es un elemento transversal que los motiva (Seguridad del Estado imperial) para hacer la guerra contra los pueblos del mundo.
El  documento "Acuerdo Nacional Para Una Transición", advierte al gobierno, elegido por la mayoría del pueblo venezolano, que es una barrera contra la "fase terminal del imperio" y detallan en su plan que el propósito es derribar el actual estado y sustituirlo por un Modelo Empresarial Neoliberal.
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¡PATRIA O MUERTE! VENCEREMOS


 Fuente: En Lucha Comunistas Chacao
http://pcvchacao-enlucha.blogspot.com
Correo: pcvchacao@gmail.com 

2015/03/08

En Noruega expresan apoyo al Gobierno Bolivariano de Venezuela

Comunicado de apoyo al Gobierno Bolivariano de Venezuela.
El Colectivo que compone el Circulo Bolivariano Simón Bolivar de Oslo, Noruega, expresa su completa Solidaridad con el Pueblo y Gobierno Bolivariano de Venezuela. Rechazamos las acciones golpistas de los lacayos del imperio Norteamericano que hoy insisten en dar golpes de Estado y ocasionar un baño de sangre en Venezuela.
Damos nuestro respaldo al pueblo revolucionario de Venezuela que junto a los soldados patriotas ha sabido defender la Revolución de Chávez y Bolívar, e infringir una nueva derrota a la derecha nacional e internacional que conspira y se pone de rodillas ante la bota de los imperios.
El Circulo Bolivariano Simón Bolivar de Oslo, se une al rechazo mundial de los intentos de golpes en contra de la soberanía de Venezuela. Los Golpes de Estado no pasarán!. Nuestro movimiento de apoyo en Noruega se mantiene en alerta y a la ofensiva para combatir toda acción conspirativa contra el Gobierno Bolivariano y socialista del Presidente obrero Nicolás Maduro Moros. Expresamos además nuestra determinación de defender el proceso revolucionario Bolivariano y socialista  artifice de la Unidad Latinoamericana.
Los intentos fascistas de los traidores a la patria serán combatidos en el terreno que sea y con toda la energia que inspira nuestra determinación de ser libres para siempre!. 
Por el El Circulo Bolivariano Simón Bolivar de Oslo.
Los Voceros
Gimena Rodriguez
Amalie Bertmand
Jorge Romero
Manuel Leiva
Efrain Navarro
Nadia Rodriguez

Que viva la union civico-militar!
Chávez vive!
La patria sigue!
http://circulosbolivarianossocialistas.bligoo.es/
Oslo, 5 de marzo de 2015.