2010/07/11

Lado B del Mundial: Los sudafricanos más pobres, los grandes olvidados

"Las mejoras fueron realizadas del otro lado, pero en este otro no hubo nada nuevo", dijo una joven Sudafricana.

Mucho sabemos del mundial y todas estas competiciones internacionales, ya sabemos lo que paso en beijing ahora sepamos lo que sucedio y sucede en sudafrica.
Una reja metálica de dos metros de altura se erige entre el flamante estadio de Nelspruit y el township que se extiende bajo su sombra, una circunstancia que deja al descubierto cómo fueron olvidados los más pobres en este Mundial sudafricano. Por un lado el mundo entero espera el acontecimiento, en el cual asistirán miles de personas de la clase alta de los 5 continentes. Los sponsors invertirán millones en el evento. Los contratos para la televisión, las casas de apuestas, etc. Se verá como algo maravilloso, con fuegos artificiales en la inauguración y en la final. Luego la copa del mundo para el mejor y todos contentos.
"La imagen de una niña sosteniendo su balón sobre su vientre,
ha provocado polémica por lo niveles de hambruna en África"

"Las mejoras fueron realizadas del otro lado, pero en este otro no hubo nada nuevo", se queja Zanele Mathebula, de 18 años de edad, mostrando el estadio Mbombela, donde los asientos son cebrados y los pilares tienen forma de jirafa, algo que costó unos 110 millones de euros.

Por el otro los obreros que trabajan para que ello ocurra con la construcción de los magníficos estadios, autopistas y caminos, son explotados y trabajan día y noche sin cesar. La ultima semana, hicieron una huelga para defender sus derechos, que les hizo doler la cabeza a los empresarios con la idea de que no se llegaran a construir y se pierdan los millones invertidos.


"Yo nunca pude entrar al estadio y estoy aquí arrinconada. Habían prometido empleos, pero no hubo nada", continuó la joven mujer desde su vivienda de Mattafin, una choza construida con chapas onduladas. "La gente no ganó nada" con la Copa del Mundo.

Su frustración es la misma que en la mayoría de los demás barrios pobres de Sudáfrica, cuyos habitantes se manifiestan en términos similares, seguros de que los beneficios económicos de la gran misa deportiva ecuménica no tendrán el menor efecto sobre sus realidades.

Luego de varios días de tensión los obreros llegaron a un acuerdo con los empresarios y les subieron el sueldo a 300$ mensuales! Cuando una entrada puede llegar a costar 900$! Producto del burdo capitalismo, no van a poder consumir lo que producen. Así se ven claramente los polos opuestos que los medios van a callar cuando llegue el mundial y dirán “magnifica la organización” y todas las gilipolleces que repiten cada cuatro años. Una amargura que, al mismo tiempo, hace temer por un fuerte rebrote de la violencia después del pitido de la final dominical entre España y Holanda.

El grupo de reflexión The Elders (Los Ancianos), integrado por ex dirigentes políticos internacionales, como Kofi Annan o Jimmy Carter, advirtió sobre "la posibilidad de ataques xenófobos", después que aquellos que habían encontrado trabajo en la construcción "vuelvan a salir a buscarlo nuevamente".

"Ahora que las obras están terminadas, la gente no va a tener más empleo y la criminalidad podría aumentar aún más", se explica con temor Gladness Maluka, de 34 años, quien vende verduras por las calles de Mattafin.

El fútbol, a escala mundial, es un macronegocio capitalista que maneja, miles de millones de dólares, que incluye a empresas patrocinantes, cadenas mediáticas y jugadores, que lo convierten en un multi-rubro de facturación con incidencia en toda la economía global.

En 2008, la violencia alimentada por las frustraciones económicas dirigida contra los extranjeros, sobre todo africanos, provocó 62 muertos y empujó a decenas de miles de personas a huir de los distritos segregados del país.

Esta vez, el gobierno se manifiesta dispuesto a actuar: "continuamos vigilando las eventuales amenazas, y si se revelan creíbles se aplicarán inmediatamente medidas para impedir cualquier estallido de violencia", afirmó el ministro de la Policía, Nathi Mthethwa.

Las asperezas ya se han dejado ver, pacíficamente, durante una manifestación en Durban, al comienzo del torneo.

"Si tenemos dinero para construir estadios, no deberíamos tener 'sin-techo' o gente mal alojada en viviendas precarias", había lanzado uno de los organizadores, Allan Murphy.

Sudáfrica ha gastado casi cuatro mil millones de euros para construir o renovar los diez estadios que acogieron los partidos de esta primera Copa del mundo en suelo africano, modernizar sus infraestructuras de transporte, preparar a las fuerzas del orden...

Dieciséis años después de la caída del régimen racista del apartheid, el 43% de su población, en su mayoría negra, sigue viviendo con menos de dos dólares diarios. Y, los más pobres no se han beneficiado del 'maná' caído durante estas cuatro semanas largas del Mundial.

"Yo vendí una vaca para comprar mercancía", revela Kwenzekile Nzama, de 54 años, quien ofrece canastas de mimbre y máscaras en el exterior de un fan park de Durban.

"Me muerdo los dientes. Los clientes no vienen a ver mis productos", añade, reprochando a la Federación Internacional de fútbol (FIFA) y al gobierno sudafricano de haber tenido que venderlos sin autorización y de manera ambulante, al margen de los sitios oficiales, solo usufructuados por los patrocinadores de la FIFA.

"Esta barrera ha sido dramática para nuestros negocios", apostilla mientras señala con un índice más allá de la reja que circunda la zona donde se difunden los partidos en las pantallas gigantes.

Fuente: En lucha, Comunistas Chacao. http://pcvchacao.blogspot.com/.
http://www.lajornada.unam.mx/. Afp 10/07/2010