2008/08/21
Museo Nacional de Bellas Artes: "La Pieza que Falta"
La Pieza que Falta: 1973-2008, que tiene como fin la reactivación de la memoria en torno a los incidentes acontecidos el 11 de Septiembre de 1973, tras los que hubo disparos de tanqueta desde el puente Loreto y que impactaron al interior del Museo de Bellas Artes de Chile.
En la exposición, se presentan ocho fotografías realizadas por Sergio Berthoud, luego del último ingreso que hiciera Nemesio Antúnez al Museo Nacional de Bellas Artes el día 15 de septiembre de 1973, para documentar lo ocurrido al interior del Ala Norte del Segundo piso del Museo. Aun hoy persisten al exterior del Museo algunas huellas de los impactos de bala como testimonio de lo que ocurrió hace 35 años.
Las fotografías muestran las marcas dejadas por las balas y entre ellas, se reconoce la perforación de una pintura “Retrato de mi hermana” realizada por el pintor Francisco Javier Mandiola (1820-1900), alumno de Monvoisin.
“La exposición alude a la pieza que falta de una totalidad que debe ser restituida. La primera ausencia se produce cuando las fotografías de Berthoud revelan el impacto de una bala en una pintura del Museo. Luego, se inicia una investigación en torno a lo que ocurrió con la obra posteriormente pues, al día de hoy a nivel visual, nada indica que ésta hubiera sufrido daño. No obstante, de acuerdo a los recientes informes del CNCR (Centro Nacional de Conservación y Restauración de la DIBAM) se puede advertir que la obra efectivamente sufrió un daño, pero que posteriormente fue restaurada, sin que exista mayor información de tal proceso. Treinta y cinco años después, no existen antecedentes acerca de las causas exactas que originaron el deterioro de la obra; no obstante, los elementos documentales, el testimonio fotográfico y la bala encontrada por Nemesio Antúnez al interior del Museo, ofrecen pistas aisladas para configurar preguntas que esperan una o varias respuestas.” Ramón Castillo, Curador.
En la exhibición, se presenta la obra restaurada, y dos fotografías ampliadas a escala, en las que se muestran los distintos procesos de iluminación con los que se intentó reconstruir el impacto de bala que al día de hoy no es perceptible debido a la restauración que se hizo a la obra con posterioridad a 1973. De dicho tratamiento no quedó registro ni información del tiempo en que fue restaurada, ni del autor que realizó su restauración. La que existe data del año 1997 en que se solicitó al CNCR, realizar ajustes en algunas áreas de repintes antiguos del cuadro, en los cuales, el color se encontraba fuera de tono. Durante el primer semestre del año 2008, se solicitó al Laboratorio de Pintura del CNCR, realizar una evaluación con rayos equis (RX). Luego, para obtener más antecedentes, se analizó además con fluorescencia ultra violeta (UV) y reflectografía infrarroja (IR). Recientemente, el CNCR entregó un informe con los resultados e imágenes correspondientes; éstas fueron realizadas con fines de documentación acerca del proceso técnico y registro del estado actual de conservación de la pintura.
Fuente: Ramón Castillo.- Curador.
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