Un militante del PCP es el que está organizado en una célula, abona regularmente sus cotizaciones y participa de sus actividades. Es ahí donde empieza a ejercer sus deberes y derechos estatutarios, a desarrollar su formación ideológica, contribuir a perfeccionar la línea política y cohesión partidaria.
Es la forma organizativa mas conveniente para contrarrestar la cultura del individualismo que pretende imponer la ideología neoliberal y afirmar la conciencia colectiva y solidaria, creando el sujeto social que necesitamos para el proyecto de transformación revolucionaria que como sabemos es obra de los trabajadores y el pueblo organizado. Los cuadros dirigentes del Partido se forjan y desarrollan desde su militancia orgánica en una célula.
La militancia celular es un principio básico de organización y funcionamiento del Partido Comunista Peruano establecido desde el primer Estatuto (artículo 4) aprobado en el I Congreso Nacional de 1942. Ratificando este postulado, la II Conferencia Nacional de Organización del 24 de Mayo 1969 resolvió que “la militancia celular es una norma estatutaria sin excepciones”.
Esa valoración se mantiene a la fecha. Hoy, la militancia celular está determinada en el artículo 01 del Estatuto aprobado en el XII Congreso Nacional, (Nov. Dic. 2001), ratificado en el XIII Congreso del 2008.
LENIN Y LA MILITANCIA EN EL PARTIDO
Visto en la historia, la militancia en un organismo del partido fue una batalla decisiva desarrollada por Lenin en la construcción, piedra a piedra, del partido de nuevo tipo sustentado en principios revolucionarios.
Ganar este principio organizativo le significó un largo proceso de lucha irreconciliable contra posiciones en esencia oportunistas y liquidadoras que se expresaron con fuerza en el II Congreso (1903) del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en torno a la discusión del primer artículo de los Estatutos. Por un lado Mártov sostenía que bastaba ser un simpatizante liberal para ser miembro del Partido, podía trabajar o no trabajar, a su libre antojo o bajo la dirección del Partido. En contraposición y en una ardua polémica,
Lenin defendió el principio de la militancia en los siguientes términos: “Se considerará miembro del Partido a quien acepte su Programa y apoye al Partido, tanto financieramente como mediante la participación en una de sus organizaciones”. Ese II congreso aprobó por mayoría la fórmula de Mártov, un triunfo temporal que durante dos años debilitó la combatividad del Partido causando mucho daño.
Finalmente el III Congreso (1905) abolió ese Artículo 1º de los Estatutos y lo reemplazó por el texto redactado por Lenin. Desde entonces los partidos comunistas lo asumieron como uno de sus principios leninistas de organización.
BREVE RESEÑA HISTORICA DE LA CELULA EN EL PCP
Para el PCP, la concepción de la célula como base de la organización partidaria data desde antes que José Carlos Mariátegui lo fundara el 7 de octubre de 1928.
Dos reseñas históricas corroboran esa afirmación: La primera, es la “célula comunista”, de corta duración, formada en la ciudad italiana de Génova en el mes de abril de 1922 por José Carlos Mariátegui, César Falcón, el cónsul peruano Palmiro Machiavello y un joven médico del Callao llamado Carlos Roe, todos ellos identificados con las ideas socialistas. Eran los tiempos que en Europa empezó a madurar en el pensamiento de Mariátegui la idea de contribuir a la creación heroica del socialismo peruano y construir una organización política que lo haga realidad.
Guillermo Rouillón, biógrafo y minucioso investigador de la vida y obra de José Carlos Mariátegui, la denomina “¡la primera célula comunista peruana!”. Escribió que antes de disolverse…”los miembros de la referida organización de base, juzgaron conveniente – tras examinar la realidad de su país- encomendar a Mariátegui la tarea de fundar en el Perú una agrupación socialista marxista que asumiera la responsabilidad de orientar y estructurar el movimiento revolucionario”. (“La Creación Heroica de José Carlos Mariátegui, Tomo II. La Edad Revolucionaria”. Guillermo Rouillón D. Editorial “Alfa” S. A. 1984). La existencia de esta célula la refiere César Falcón en carta dirigida a un grupo de amigos desde Madrid, España el 15 – IX – 1923, facsímile publicado en el Anuario Mariateguiano” Vol. II – 1990. Empresa Editora Amauta S.A. Lima.
En el Cuzco las primeras células del Partido Comunista Peruano se constituyeron desde la organización de grupos por barrios. Julio G. Gutiérrez, uno de los fundadores del PCP en el Cuzco rememora que Sergio Caller, también fundador en carta dirigida a José Carlos Mariátegui, con fecha 1º de enero de 1930 - dice textualmente: “Nuestra organización celular data desde febrero de 1927”. (Así nació el Cuzco Rojo”. Julio G. Gutiérrez. Empresa Editora Humboldt. Lima, marzo 1988)
El mismo acto de fundación del Partido Socialista del Perú, nombre que precede al de Partido Comunista Peruano, en esencia fue obra de un núcleo al que ahora podemos llamar célula madre.
Jorge del Prado al referirse al Primer Congreso del Partido realizado entre el 29 de setiembre y el 5 de octubre de 1942, señala: “El Primer Congreso fue posible y se sustentó igualmente por la convicción y la fe revolucionaria, generadas en las bases del Partido y en los cuadros intermedios durante los periodos de sañuda represión desatada contra ellos.
Obligados anteriormente a actuar siempre en la clandestinidad cada uno de los comités regionales y las células del Partido realizaron sus debates congresales con las reservas del caso y acopiaron centavo a centavo los fondos para financiar su asistencia al certamen nacional”. “(Los Congresos del PCP (Iº, IIº, IIIº)”. Ediciones Unidad, junio de 1989. Juan Barrio Contreras, integrante junto a Jorge del Prado de la Comisión Organizadora de ese Primer Congreso, detalla respecto a la organización celular, dice: “Al primer Congreso, el PCP llegó con 1,545 afiliados, de los que 750 -es decir la mitad- estaban registrados en Cusco y Andahuaylas y el resto en 26 comités y células.” (“No siempre fue pequeño el Partido Comunista Peruano”, Editorial Yunga.
Alberto Flores Galindo en el prólogo de El Pensamiento Comunista, reconoce que “la organización estructurada en los pocos meses que mediaron entre su fundación y el desencadenamiento de la represión anticomunista fue lo suficientemente sólida para resistir los más difíciles reveses, muchos militantes murieron en prisión, como Gamaniel Blanco, otros debieron soportar prolongados encierros en el Sexto, los aljibes del Real Felipe, San Lorenzo (El Frontón),
El Sepa o Madre de Dios….hubo un tiempo en que todo el Comité Central estaba en prisión. La historia del comunismo en los años treinta es en realidad un capítulo de la oprobiosa historia carcelaria peruana. Pero no obstante todo esto, el partido no desapareció, mantuvo su actividad, persistió”. El Pensamiento Comunista (1917 – 1945), Mosca Azul Editores, abril 1982.
“La célula continúa siendo la base de la organización partidaria debiendo superar las enormes deficiencias de su funcionamiento. Sin embargo, no podemos seguir definiéndola solo desde el punto de vista organizativo o conspirativo como fue en sus orígenes, hoy no es así. La célula debe ser valorada desde la iniciativa política para enlazar el partido con un espacio social o político específico.
La organización celular es la forma más indicada para construir Partido y poder popular, porque nos permite estar organizados en lo más profundo del pueblo”. (Tesis orgánica aprobada en el XIII Congreso PCP).
Fuente: Partido Comunista Peruano
Edita: En Lucha Comunistas Chacao
http://pcvchacao-enlucha.blogspot.com
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